De la eficiencia a la excelencia: claves para una actualización catastral de calidad

El Catastro no es solo una herramienta fiscal: es una fuente de información territorial estratégica con incidencia en múltiples ámbitos de la vida económica, social y administrativa.

Su correcta actualización es la base de la equidad fiscal en aquellos impuestos en los que el valor catastral y el valor de referencia —este último también determinado a partir de los datos físicos obrantes en el Catastro— constituyen la base imponible: el IBI, el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, Actos Jurídicos Documentados o Sucesiones y Donaciones.

Un Catastro actualizado fortalece la legitimidad del sistema tributario, mejora la transparencia y refuerza la confianza ciudadana.

¿Por qué es importante actualizar el Catastro?

La actualización de los datos catastrales no es solo una cuestión técnica o fiscal. Es una apuesta por la equidad, la eficiencia y la inteligencia territorial. Además, contribuye de forma decisiva a la seguridad jurídica en el tráfico inmobiliario.

Contar con una imagen fiel del parque inmobiliario es imprescindible en un mundo cada vez más interconectado. Para ello, es fundamental la coordinación entre administraciones, entidades, empresas y particulares que utilizan la información inmobiliaria en el ejercicio de sus respectivas actividades. Aprovechar las sinergias entre todos ellos ya no es opcional: es una necesidad.

Mantenimiento colaborativo y desarrollo tecnológico: una estrategia clave

Con estas premisas, una de las líneas estratégicas del plan de objetivos de la Dirección General del Catastro (DGC) es el mantenimiento colaborativo, continuo e inmediato.

La colaboración con notarios, registradores de la propiedad, ayuntamientos, entidades gestoras del IBI y colegios profesionales —entre otros, de arquitectos y arquitectos técnicos—ya es una realidad en todo el territorio y permite cumplir este objetivo.

La apuesta por la tramitación telemática y la automatización documental permite agilizar los procesos, mejorar la trazabilidad de la información y reducir cargas al ciudadano.

Un claro ejemplo de todo ello es el procedimiento de comunicación por parte de notarios y registradores de la propiedad en los supuestos regulados de cambios de titularidad, siempre que se aporte la referencia catastral del inmueble. Este procedimiento está plenamente consolidado en la operativa de gestión catastral.

La DGC trabaja para dar un paso más en este camino, esta vez poniendo el foco en las alteraciones derivadas de la finalización de una obra nueva en régimen de división horizontal, con los siguientes objetivos inmediatos:

  • Agilizar la incorporación en el Catastro de estas alteraciones y de los cambios de titularidad posteriores derivados de las compraventas de los inmuebles resultantes.
  • Incrementar la seguridad jurídica en las transacciones inmobiliarias.
  • Mejorar la calidad de los datos físicos incorporados, reduciendo errores en el proceso de grabación de la información en la base de datos catastral.

Este paso se concreta en dos proyectos actualmente en fase de prueba piloto:

I. La asignación de referencias catastrales a los nuevos inmuebles resultantes de la constitución del régimen de división horizontal sobre una obra nueva terminada, a solicitud del notario y en el momento de la firma de la escritura o acta de finalización de obra.

Estas referencias catastrales, previas a la incorporación completa de la alteración en el Catastro, se incluyen como diligencia o nota al margen en el documento notarial, cumpliendo con el requisito legal de la constancia de la referencia catastral en documentos notariales como garantía en el tráfico inmobiliario, al quedar el inmueble perfectamente identificado en Catastro y en el registro de la propiedad.

Este proyecto se desarrolla en colaboración con el Consejo General del Notariado y en el grupo de trabajo, sobre la digitalización de actos jurídicos, del Clúster de la Edificación (clusteredificacion.com).

Contar con la referencia catastral desde el inicio permite automatizar los cambios jurídicos posteriores mediante comunicación directa del notario al Catastro.

Incorporación de la información técnica y descriptiva de la obra nueva en régimen de división horizontal desde el origen.

II. El segundo proyecto busca integrar los datos físicos desde el origen, utilizando la información gráfica y descriptiva certificada por el arquitecto, generada directamente a partir del proyecto de ejecución, para actualizar el Catastro e incorporar dicha información a la escritura de división horizontal.

El objetivo es evitar duplicidades, reducir errores y agilizar la actualización de la base de datos, mejorando la calidad del dato catastral.

Este proyecto, también desarrollado en el grupo de trabajo del Clúster de la edificación, pretende armonizar las necesidades de todos los actores involucrados en el proceso de la edificación: promotores, notarios y administración pública.

Se trabaja para hacer compatible la estructura y formato de la información gráfica y alfanumérica requerida en la declaración de la alteración de la obra nueva en régimen de división horizontal con la necesaria para la actualización de los datos físicos en el Catastro, así como para la incorporación de la descripción de la obra nueva y división horizontal en la escritura correspondiente.

En este contexto las nuevas tecnologías se presentan como una clara opción de futuro.

Por ejemplo, el uso cada vez más extendido de herramientas informáticas de diseño y gestión de proyectos arquitectónicos basadas en la metodología BIM (Building Information Modeling), abre un nuevo escenario para revisar los formatos vigentes de intercambio de información gráfica y alfanumérica de la DGC.

La coordinación técnica multidisciplinar y la colaboración entre arquitectos, técnicos, notarios y registradores permite una actualización coherente y precisa del Catastro.

La finalidad de estos proyectos es clara:

  • Garantizar la concordancia entre la estructura jurídica de la finca, la base de datos catastral y la realidad inmobiliaria, coordinando todos los actores participantes.
  • Establecer mecanismos y procesos eficientes que permitan agilizar la incorporación completa en el Catastro de la obra nueva y división horizontal, asegurando la consistencia de los datos.
  • Diseñar procesos que permitan gestionar las posteriores alteraciones jurídicas de los inmuebles resultantes de la división horizontal.

Conclusión

El Catastro da un paso más en su camino hacia la excelencia. Integrar tecnología, coordinar instituciones y ciudadanos, y aplicar una estrategia clara permite mejorar la calidad de la información catastral.

Esto no solo optimiza la fiscalidad y la eficiencia administrativa, sino que refuerza la seguridad jurídica y contribuye a una mejor planificación del desarrollo territorial.

Pasar de una lógica meramente eficiente a una visión de excelencia es el reto. Y en ello, la Dirección General del Catastro tiene experiencia y compromiso.

Raquel Alcázar Montero

Jefa de Área de Inspección. Dirección General del Catastro

Un comentario en “De la eficiencia a la excelencia: claves para una actualización catastral de calidad

  1. Un excelente resumen de la importancia y valor del dato catastral permanentemente actualizado con la colaboración de muchos organismos que se benefician de dicha excelencia. Muchas gracias por esta valiosa aportación Raquel.

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