Apertura del Blog Fiscal

La revista Crónica Tributaria comenzó a publicarse en 1972 y desde entonces ha sido un referente en el campo de la fiscalidad y el derecho tributario.

Casi 50 años después nace el blog de Crónica Tributaria, impulsado, como la propia revista, por el Instituto de Estudios Fiscales, con el reto de servir como canal institucional para difundir opiniones y dar a conocer novedades e iniciativas desde el Ministerio de Hacienda y Función Pública, sin perjuicio de su carácter participativo y plural.

Es un honor redactar la primera entrada de este nuevo blog al que deseo larga vida y mucho éxito en el reto de convertirse en un punto de encuentro para todos los interesados en la política fiscal, la normativa tributaria y la aplicación de los tributos.

Vivimos en un mundo cambiante, la globalización, la digitalización de la economía, los cambios tecnológicos y también, desgraciadamente, la pandemia COVID19 y sus efectos económicos y sociales, son factores que influyen en la fiscalidad y en la gestión y el control del sistema tributario y aduanero.

En este contexto, los países se plantean adaptar sus sistemas tributarios a la nueva realidad y surgen iniciativas, ya no solo en el ámbito europeo, sino también a nivel global, para mejorar la coordinación de las normas nacionales y buscar amplios consensos sobre las bases de la tributación.

En España se ha constituido un Comité de personas expertas con el encargo de presentar en febrero de 2022 un libro blanco para la reforma de nuestro sistema tributario.

Los retos son complicados: garantizar el nivel de ingresos necesario para financiar un nivel de gasto público que satisfaga las preferencias de los ciudadanos, lograr el adecuado punto de equilibrio entre la equidad y la eficiencia, hacer compatibles las reformas con nuestro modelo territorial y la debida corresponsabilidad fiscal, mejorar el encaje con el derecho europeo y los acuerdos internacionales en el ámbito de la fiscalidad, favorecer el cumplimiento de los objetivos económicos, sociales y medioambientales fijados como prioritarios a nivel nacional y europeo sin complicar en exceso la regulación, garantizar la aplicabilidad de las normas minimizando los costes de cumplimiento y de gestión y tratando de disminuir la conflictividad, impulsar la conciencia fiscal y el cumplimiento voluntario reduciendo el espacio para el fraude y combatiendo éste de manera eficaz.

Nos encontramos, además, con impuestos de nueva generación, como los digitales o los medioambientales, pero también con importantes cambios en los tributos más arraigados, como el tratamiento del e-commerce en el IVA, la generalización de los impuestos negativos en el IRPF o la tributación de los “superbeneficios” obtenidos por los grupos transnacionales en el Impuesto sobre Sociedades

Los incentivos fiscales cumplen un importante papel, pero es necesario evaluar si están correctamente diseñados y alcanzan sus fines y objetivos. Por otra parte, la Hacienda Pública, tiene dos vertientes, el ingreso y el gasto público, por este motivo es imprescindible que la evaluación de los incentivos esté integrada en un proceso más global de evaluación de las políticas públicas.

En este contexto, las administraciones tributarias asumen el reto de gestionar sistemas fiscales en continua modificación con la obligación de acompañar a los contribuyentes en el proceso de cambio con cada vez mejores servicios de información y asistencia, sin descuidar la prevención y la adaptación de sus estrategias y métodos para detectar y regularizar los incumplimientos y fraudes.

Las administraciones tributarias, además, deben reforzar la transparencia respecto de sus planes y resultados y rendir cuentas al conjunto de la sociedad. Adicionalmente, deben adaptar sus modelos organizativos, plantillas y medios materiales a las necesidades cambiantes de un mundo en constante evolución. Disponer de personal suficiente muy cualificado, aprovechar de forma sistemática la información disponible y contar con sistemas de información tecnológicamente avanzados son aspectos críticos para el éxito de cualquier administración tributaria.

Para favorecer el cumplimiento voluntario, los avances tecnológicos permiten importantes mejoras en la información al contribuyente, con prestación de servicios multicanal, y también en la asistencia a los ciudadanos y empresas en el cumplimiento de sus obligaciones y en los procedimientos tributarios. La cesión de datos fiscales, la incorporación automática de éstos a las declaraciones y los borradores de declaración de manera progresiva se van generalizando en los principales impuestos.

También en el ámbito de las actividades empresariales y profesionales los cambios son relevantes: sistemas seguros de facturación y llevanza de libros, remisión automática de datos a las administraciones tributarias, incorporación automática de la información a las declaraciones para su revisión y presentación por el contribuyente.

El big data ofrece grandes posibilidades tanto en la prevención como en el control. Los sistemas de selección basados en análisis de riesgos son cada vez más sofisticados. La inteligencia artificial empieza a ser una realidad.

Todo ello reduce el espacio para la economía sumergida y la ocultación de ventas e ingresos, fenómenos que deben ser combatidos con una pluralidad de instrumentos: prevención, colaboración social, presencia en la calle y técnicas de investigación.

Las actuaciones de control, por mucho que se avance en la prevención, siempre serán necesarias: se trata de combinar de forma idónea los controles extensivos y los intensivos sin olvidar la fase del cobro de las deudas. Los avances tecnológicos permiten detectar con cada vez más rapidez y grado de certeza los presuntos incumplimientos y facilitan la disponibilidad de elementos probatorios que sirvan de soporte a las regularizaciones que resulten procedentes.

Además, los procedimientos han de resolverse con agilidad y las debidas garantías, en especial cuando de ellos dependen devoluciones tributarias o movimientos de bienes en las operaciones de comercio exterior.

En el ámbito nacional e internacional la cooperación entre administraciones es clave, superando las limitaciones en la disponibilidad de la información y la tramitación de los procedimientos cuando es necesario el concurso de diferentes administraciones para la mejor resolución de un procedimiento.

En el ámbito nacional, las administraciones tributarias autonómicas son cogestoras del sistema tributario y la Agencia Estatal de Administración Tributaria ha de contar con una estrategia compartida con ellas, sin olvidar a la Dirección General del Catastro, a la Inspección de Trabajo, a la Tesorería de la Seguridad Social y al conjunto de administraciones nacionales, autonómicas y locales con competencias de gestión y control de ingresos públicos.

En el orden internacional el intercambio de información y la asistencia mutua no son las únicas vías de colaboración y las comprobaciones simultáneas, incluso conjuntas, poco a poco se irán generalizando.

El espacio para la elusión y la evasión se tiene que reducir, no solo con más transparencia en la información entre países, sino también con el cumplimiento de unas reglas comunes mínimas en el diseño de los sistemas fiscales nacionales para evitar la competencia fiscal desleal.

Por otra parte, los modelos cooperativos de relación, con foros, códigos de buenas prácticas y canales bidireccionales de comunicación permiten establecer instrumentos permanentes de relación entre los contribuyentes, los profesionales tributarios y la administración, evitando que la única vía de contacto sean los procedimientos contradictorios y las controversias tributarias.

La certeza jurídica se puede reforzar con medidas en muy diversos ámbitos que van desde el establecimiento de procedimientos de producción normativa cada vez más participativos, instrumentos de seguridad jurídica preventiva como las consultas o los acuerdos previos y fórmulas jurídicas que permitan el cierre de los procedimientos administrativos con acuerdo.

Los procedimientos sancionadores y la vía penal constituyen el cierre del sistema de control. La aplicación del sistema fiscal también pasa por un sistema ágil y efectivo de colaboración con fiscales, jueces y tribunales.

Son tareas que incumben de forma muy directa a la Agencia Tributaria. Como otras no menos relevantes: la lucha contra el blanqueo de capitales, el contrabando o el narcotráfico.

Pero también es muy importante en un sistema tributario como el español el papel de la Dirección General de Tributos en la producción y la interpretación normativa y los Tribunales Económico-Administrativos revisando los actos administrativos y favoreciendo la mejora de la calidad de las actuaciones de aplicación de los tributos. Consciente de su importante papel, la Agencia Tributaria tiene que prestarles el mayor apoyo posible, en especial dándoles soporte tecnológico para el mejor desempeño de sus funciones.

Como puede observarse, son muy numerosos los temas a tratar, así que contenido no le va a faltar a este blog. Agradezco al Instituto de Estudios Fiscales la oportunidad de inaugurarlo.

Jesús Gascón Catalán

Director General de de la Agencia Estatal de Administración Tributaria

4 comentarios en “Apertura del Blog Fiscal

  1. Hola, Soy asesora fiscal con trayectoria profesional de más de 29 años y me parece muy interesante la iniciativa. Reciban mí más sincera enhorabuena.

  2. Mi nombre es Javier Bustos, soy profesor universitario de fiscalidad internacional en el Ecuador y tengo un artículo no publicado, con relación a la reforma tributaria en Latinoamérica y cooperación internacional que me encantaría poder publicarlo en este nuevo espacio de «Blog Fiscal» del IEF.

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