Trabajar en los Tribunales Económico-Administrativos (TEA) es un orgullo para todos los que formamos parte de ellos, pues prestar un importante servicio al ciudadano desde este organismo centenario, gratuito e independiente, rodeado de excelentes profesionales, es un auténtico privilegio.

Sin embargo, no debemos olvidarnos de que el servicio que ofrecemos, para ser apreciado por la sociedad, debe ser rápido, eficaz y de calidad.

En esa lucha de mejora del servicio, reduciendo los tiempos de espera de los reclamantes y aumentando la calidad de las reclamaciones resueltas, es en la que los TEA llevamos embarcados varios años. Nadie duda a estas alturas de que no hay mejor herramienta para obtener resultados en ese proceso de mejora que contar con un sistema de información moderno y que haga uso de las más avanzadas tecnologías.

Cuando se habla de un modelo de referencia dentro de las Administraciones Públicas de nuestro país y a nivel internacional, a todos se nos viene a la cabeza la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). Hablamos de un organismo puntero en este sentido, que apostó hace ya años por la importancia de la informática y lo sigue haciendo año tras año, consolidando su sistema de información con nuevas aplicaciones y procesos que incorporan las últimas tecnologías y las ponen al servicio de la Hacienda Pública.

Persiguiendo extender ese referente al resto de la Administración Tributaria, desde la Secretaría de Estado de Hacienda se ha apostado por implantar ese modelo de la AEAT a los TEA y la Dirección General de Tributos (DGT). Esto supone un proyecto enorme en el que, en el caso de los TEA, implica un absoluto rediseño de todo el sistema de información, no solo a nivel de aplicaciones informáticas y modelo de datos, sino de los procesos de trabajo y la gestión de los procedimientos. No hablamos únicamente de datos y aplicaciones, sino de la organización del trabajo, de la automatización de tareas y del aumento de la eficiencia del personal.

Este proyecto, que ya está en marcha, es ambicioso y complejo. Supone un reto mayúsculo para los TEA, que nunca antes en su historia habían dispuesto de los medios necesarios para abordar semejante transformación, pero también requiere la indispensable colaboración de la propia AEAT, cuyos sistemas están diseñados para sus necesidades y no para dar servicio a otros organismos.

Nos espera aún un camino largo y duro, pero no cabe duda que supone una apuesta segura, por cuanto se reúnen todos los requisitos para conseguir el objetivo: el apoyo decidido de la Secretaría de Estado de Hacienda, la colaboración imprescindible de la AEAT con toda la experiencia y conocimientos de su excelente personal y el trabajo y la ilusión de todas las personas que trabajamos en los TEA.

La recompensa merecerá la pena, ya que los beneficios que se obtendrán afectarán a diversos campos:

• Los ciudadanos disfrutarán de una nueva Subsede electrónica de los TEA, donde se simplificará toda la relación electrónica, disponiendo de servicios que hasta ahora no se han podido prestar por falta de medios en los TEA, como la puesta de manifiesto de expedientes electrónicos por Internet, el cotejo de documentos, el acceso a las notificaciones en Sede, etc.
• La relación de los TEA con todos los organismos será telemática, mejorando de forma drástica (tanto en tiempos como en términos de seguridad) la manera de comunicarse: recepción telemática de expedientes electrónicos de los órganos gestores, envío a cumplimiento automatizado, envío telemático de expedientes electrónicos a los órganos judiciales, puesta a disposición de los expedientes a la Abogacía del Estado, etc. Este aspecto incidirá de manera muy importante en los tiempos totales de tramitación de las reclamaciones.
• La productividad del personal de tramitación de los TEA se verá multiplicada, al disponer de un sistema de información unificado, dotado de importantes automatismos e integrado con las potentes herramientas horizontales, como por ejemplo el Registro Electrónico, el sistema de Gestión de Notificaciones o el Expediente Electrónico. La nueva filosofía en la gestión del trabajo a realizar, mediante una clasificación temprana de las reclamaciones, la asignación de tareas y una bandeja de entrada de las mismas, ayudará igualmente a mejorar la eficiencia del personal, disminuyendo los tiempos de tramitación y asegurando una gestión óptima de las reclamaciones y recursos.
• De manera semejante, las mejoras en los módulos de elaboración de ponencias y gestión de resoluciones ayudarán a las personas encargadas de elaborar las ponencias y resolver las distintas reclamaciones y recursos.

El conjunto de todas estas mejoras redundará en una disminución sustancial de los tiempos de resolución de reclamaciones, lo que sin duda supone el mayor beneficio, tanto para el propio contribuyente que impugna, como por la repercusión que ello tendrá en la recaudación.

Existe además otro importante beneficio derivado del desarrollo del nuevo sistema de información de los TEA y la DGT haciendo uso de las herramientas de la AEAT. Se trata del desarrollo de una Base Única de Conocimiento tributario (BUC), donde se almacenarán y gestionarán todos los criterios tributarios que se deriven de las preguntas realizadas a la AEAT, las consultas a la DGT y las resoluciones de los TEA, que pueden completarse con los plasmados en las sentencias posteriores de los Tribunales de Justicia españoles y europeos.

Se pretenden integrar, en definitiva, las diversas fuentes tributarias administrativas y judiciales en una única base de datos,  que también puedan consultar  los contribuyentes, permitiendo a todos conocer cuál es la posición jurídica de los órganos administrativos y judiciales respecto de un tema tributario concreto. Esta posibilidad no solo aporta gran valor a los ciudadanos, sino que esperamos redunde en una importante reducción de la conflictividad tributaria.

El reto es muy importante y el proyecto ya está en marcha. Esperemos ver pronto sus frutos.

Pablo Pérez Nieto

Subdirector General de Organización, Medios y Procedimientos del Tribunal Económico‐Administrativo Central