Peter Drucker, famoso economista estadounidense, está considerado como el primer autor en citar el término Dirección por Objetivos (MBO: Management by Objetives). Este autor considera que “Las únicas cosas que evolucionan por sí solas en una organización son el desorden, las fricciones y el mal funcionamiento”.
Una parte esencial de la dirección de cualquier organización, ya sea una empresa o un organismo público, es utilizar de la mejor forma posible los recursos de los que dispone y el tiempo y el esfuerzo de las personas que la integran, para conseguir el fin perseguido. En este sentido, la dirección por objetivos es una forma de gestionar que utiliza objetivos claros y explícitos como instrumento principal para organizar el trabajo.
En ese momento es preciso plantearse cuál es el objetivo principal de una administración tributaria, como es la Dirección General del Catastro. Para ello hay que diseñar un proceso de planificación estratégica que sirva de puente entre la situación actual de la organización y la futura que deseamos alcanzar. Es por ello que la Dirección General del Catastro diseña y aprueba Planes Estratégicos, el último de los cuales abarca el período 2021-2023. En este Plan se establecen las siguientes líneas estratégicas:
- Valoración de referencia y valoración catastral.
- Mantenimiento colaborativo de actualización inmediata.
- Seguridad jurídica.
- Territorio rural.
- Relaciones con los ciudadanos.
- Despliegue digital.
- Transformación organizativa.
- Proyección institucional y actividad internacional.
El Plan de Objetivos de la Dirección General del Catastro parte de la premisa de que cada persona que trabaja en la organización debe saber a qué debe dedicar su tiempo y cómo debe realizar el trabajo con el fin de cumplir con los objetivos principales de la organización.
Este Plan se define, tal y como es característico de la Dirección por Objetivos, de una forma participativa con los empleados, que deben intervenir en la definición de unos objetivos concretos alineados con la estrategia de la organización y responsabilizarse de organizar su trabajo para alcanzarlos. Para ello se organizan grupos de trabajo con representación de las Gerencias del Catastro. En este proceso se fijan unos objetivos claros (qué queremos hacer) alineados con el Plan Estratégico, y se determinan unos indicadores (cómo se mide) que cuantifican la consecución de esos objetivos.
En definitiva, las responsabilidades se definen en términos de resultados esperados, no es necesario determinar con precisión el detalle de cada tarea sino que se definen los resultados a conseguir, dejando cierta libertad a la hora de elegir el método para lograrlos. De este modo se pretende un mejor conocimiento del Plan Estratégico por parte del personal de las Gerencias, a través del Plan de Objetivos.
Tras este proceso se han determinado 12 objetivos operativos (OO), centrados en las primeras cinco líneas estratégicas (LE), que se cuantifican mediante 26 indicadores, que pueden incluir subindicadores. Estos indicadores pueden modificarse anualmente según las necesidades de la organización:
LE1.- Valoración de referencia y valoración catastral:
- OO1: Valoración de referencia (3 ind.)
- OO2: Valoración catastral (1 ind.)
LE2.- Mantenimiento colaborativo de actualización inmediata:
- OO3: Colaboración (2 ind.)
- OO4: Tramitación (4 ind.)
- OO5: Anticipación (4 ind.)
LE3.- Seguridad jurídica
- OO6: Cartografía (3 ind.)
- OO7: Titularidad (1 ind.)
- OO8: Fedatarios (2 ind.)
LE4.- Territorio rural:
- OO9: Uso del suelo (1 ind.)
- OO10: Dominio público (1 ind.)
LE5.- Relaciones con los ciudadanos:
- OO11: Difusión de la información (2 ind.)
- OO12: Atención al ciudadano (2 ind.)
Las restantes líneas estratégicas se abordan de una forma transversal. Así la línea estratégica 6, relacionada con el Despliegue digital, se concreta en la puesta en funcionamiento de una nueva plataforma informática SITGES (acrónimo de Sistema Integrado de Gestión Estratégica), de elaboración propia, que permita el seguimiento puntual (día a día) de la evolución de los distintos indicadores y la cuantificación final de la consecución del Plan de Objetivos.
La línea estratégica 7, que aborda la Transformación organizativa, se plasma en la regionalización del Plan de Objetivos. Una realidad palpable en los últimos años es la drástica reducción de personal en algunas Gerencias, problema que puede abordarse con la deslocalización de tareas que deben ser planificadas desde las Gerencias Regionales, encomendándoseles también, por tanto, el seguimiento y control de los resultados logrados.
La planificación de la última línea estratégica de Proyección Institucional y actividad internacional, se reserva a los Servicios Centrales de la Dirección General del Catastro.
También se incluyen innovaciones en la forma de diseñar el cálculo de los distintos indicadores. Así, se elimina el concepto de mejora continua, habitual en anteriores Planes de Objetivos (que en ocasiones producía resultados anómalos al forzar la mejora en resultados satisfactorios o incluso excelentes), sustituyéndose por el concepto de Óptimo.
El óptimo se define como un resultado satisfactorio para un determinado indicador, no fijado de forma ideal sino calculado de forma estadística teniendo en cuenta la tendencia general de todas las Gerencias, lo que permite fijar con precisión cargas de trabajo razonables, aunque puedan ser ambiciosas.
Cada indicador debe tener un óptimo. Alcanzado ese óptimo se cumple el objetivo y se logra la ponderación asignada al mismo, pudiendo incluso incrementarse ésta hasta en un 25%. En caso de no alcanzar ese resultado, se consigue también puntuación por mejora respecto del resultado del ejercicio anterior, con un máximo del 75% de la ponderación del indicador. Algunos indicadores, especialmente los referentes a la tramitación de expedientes, pueden incluir penalizaciones si los tiempos de tramitación superan de forma reiterada los plazos legales o deseados.
El óptimo puede ser revisado en cada ejercicio, adaptando los resultados que se pretendan obtener por el total de la organización, y según la mejora experimentada por los resultados de las Gerencias.
En algunos indicadores, ya sea por la complejidad del trabajo o por incluir componentes subjetivos o intangibles en su evaluación, no es posible fijar un óptimo, fijándose en este caso cargas de trabajo individualizadas que se evalúan de forma directa como porcentaje de la carga alcanzada, o en algún otro indicador, mediante valoración directa por las Sudbdirecciones/Unidades responsables.
Antonio Angel Aberturas Ramos
Coordinador de Análisis Territorial en la Dirección General del Catastro
Muy interesante el artículo.
La dirección por objetivos es una herramienta que permite implicar al personal, ya que su esfuerzo se centra en las tareas más importantes para la organización. Además es de agradecer ver como los sistemas de organización de las empresas privadas se implantan en la Adm. Pública
Me parece muy interesante el artículo. Con la dirección por objetivos se consigue la implicación del personal en las tareas que son más importantes para la organización.
Es importante ver como los principales sistemas de organización de las empresas privadas se implantan en la administración pública.
Claro, conciso y muy interesante.
La medición de cualquier actividad o servicio , nos perite valorar su calidad y mejora
Un saludo
Carmen